domingo, 9 de diciembre de 2012

La danza de las abejas

No sé si te habrá pasado a ti, pero yo he tenido un sueño rarísimo en el que he conocido a un tal Neo, y a una chica muy parecida a ti, que se hacía llamar Trinity. Juntos han tenido que luchar para salvar un sistema informático que estaba en peligro y al final del sueño todo se solucionaba y ambos tenían un premio bastante raro...no sé bien, creo que era algo así como una tablet. No sé, parecía todo tan real...creo que no ha sido muy malo, porque me he despertado con una sonrisa.

Bueno, a lo que iba. Nos quedamos viendo la relación entre música y matemáticas, creo. Sí, justo ahí.
Si las acciones de los seres humanos nos sorprenden algunas veces, es cierto que cuando estudiamos el comportamiento animal, entonces sí que nos quedaremos en más de una ocasión con la boca abierta.
Es el caso de la especial comunicación de las abejas, e incluso de la jerarquización existente en la comunidad de la colmena. Una organización tan precisa que parece propia de humanos...Aunque ahora que lo pienso, es un código mucho más perfecto que el verbal.
Entre las abejas existe un sorprendente sistema de comunicación simbólica. Una vez que la abeja descubre en el campo una fuente de alimentos, por ejemplo florescencias, llena su buche con néctar y retorna hasta la colmena donde realiza una vigorosa danza destinada a que sus congéneres sepan la situación de la fuente alimenticia descubierta. Si el néctar descubierto se encuentra a menos de noventa metros de la colmena la abeja realiza una danza circular, primero moviéndose 2 cm. o más, y luego en círculos en dirección opuesta. Numerosas abejas de la colmena siguen a la abeja danzante en sus movimientos, imitándolos. Durante esta ceremonia las demás obreras huelen la fragancia de las flores cuyo néctar ha sido recolectado por la abeja danzarina. Una vez que las abejas pecoreadoras han entendido que el alimento no está demasiado lejos y cuál es el aroma que desprenden las flores que tienen que encontrar, abandonan la colmena y vuelan alrededor en círculos cada vez más amplios hasta que encuentran la fuente alimenticia.
 

La danza es un idioma importante en la estrategia de supervivencia y que ha permitido a la abeja su éxito como especie.
La abeja reina es la madre de todas, su apariencia es diferente y es la que guía al resto.
Las tareas que desarrollan las abejas obreras y que se hallan relacionadas con la limpieza de los panales pueden ser divididas en dos grupos: la preparación de las celdas y el cuidado sanitario.
Los zánganos son las abejas macho de la colonia y representan un pequeño porcentaje de la población total de la colmena ya que su número apenas supone unos centenares durante todos el ciclo de cría, raramente conviven al mismo tiempo en la colmena más de cien.

 

 
En la colmena de este centro pechinero, existen zánganos, obreras y, por supuesto, una abeja reina que guía el camino de todas las demás, y demuestra cada día sus dotes de jefa. Acude a ella el lunes y dile: "VENGO A POR UN PANAL DE RICA MIEL"...A partir de ahí, ¡ya sabes! tendrás que seguir, esta vez volando cual abeja obrera, según las instrucciones que te dé tu abeja reina. ¡Ánimo, viajera invisible, que lo estás haciendo muuuuuuy bien! Y esta parte del viaje va a ser la más dulce...
 


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